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Miquel Jordà
Presidente y CEO de Eurofirms Group
Entornos saludables para crear empresas conscientes, centradas en las personas y con unos valores y propósitos definidos son clave para desarrollar el talento de las compañías y generar un impacto real en la sociedad. Para crear- los es fundamental contar con la implicación real y directa del CEO y Comité de dirección, apoyado por un equipo de líderes que no pierdan el foco en la importancia de respetar, cumplir y fomentar estos valores para el crecimiento de todo el equipo de manera saludable y colaborativa.
Propósito y valores definen hoy en día la estrategia de muchas empresas, se trata como algo novedoso lo que en Eurofirms Group llevamos haciendo más de 30 años, y, sin duda, ha sido parte de nuestro éxito porque sin alma las empresas no tienen el mismo rendimiento.
Una empresa con alma no es ninguna utopía, hace referencia al valor de lo intangible, ese valor que en nuestras relaciones personales ponemos siempre en primer plano. Una compañía lógicamente debe tener ingresos y ser económicamente rentable; también, es un sentido lógico debe tener este alma que cuide a su talento y aporte a la sociedad.
Y es que si lo pensamos las empresas for- man sociedades en sí mismas, de hecho ya existen pequeñas ciudades en algunas grandes corporaciones que seguramente tengan más ‘habitantes’ que algunas ciu- dades de la llamada España vaciada. ¿Y si todas las empresas tuvieran un propósito real de impacto a sus empleados y a la sociedad?
Hace años que los directivos se han dado cuenta que ya no basta con ganar dinero, importa también cómo lo ganamos y qué aportación hacemos al conjunto de los ciudadanos. La suma de todo ello da como resultado empresas más saludables y conscientes con unos valores firmes que trasmitir a todos los trabajadores.
Para inculcar estos valores humanísticos en toda la organización el primer actor debe ser la propiedad, accionistas que crean en el poder de impacto positivo en la sociedad que tienen las organizaciones. Si no es así, difícilmente se conseguirá un cambio cultural real. Debe, además, ser uno de los principa- les objetivos en la hoja de ruta de la compañía y no algo que se quede en meros propósitos sin una estrategia definida.
Implementar una cultura que, por ende, genere una empresa más saludable, responsable y consciente requiere de un trabajo integral y mucha coherencia, sobre todo entre los principales líderes, para que entiendan y sientan suyos esos valores de forma natural para poder trasmitirlos y ponerlos en práctica.
Para tener un lugar de trabajo saludable, centrado en las personas, es necesario que los líderes adapten el enfoque a cada individuo, ayudándoles de forma personalizada para que puedan ofrecer su mejor versión. Hacerles conscientes de que sus necesidades y preocupaciones serán atendidas, que no quiere decir que siempre sean satisfechas por sí escuchadas, tenidas en cuenta y valoradas de forma coherente con los valores y propósitos de la compañía.
Este punto nos lleva a la relevancia en la se- lección de las personas que incorporan la organización. Desde Eurofirms Group, primera empresa nacional en soluciones de gestión del talento, somos conscientes des- de hace años en la importancia de cada una de las personas que se suman a la empresa, no solo se basa en buscar el talento adecua- do, si no que comparta los valores, los propósitos, el enfoque y cuidado del resto de miembros del equipo.
Cuando una empresa se esfuerza en crear una cultura más saludable, está demostrado que no solo mejora la calidad de vida de sus trabajadores, sino que también aumenta la productividad, reduce el absentismo y mejora la fidelización de talentos.
Desde Eurofirms Group nuestro lema es ‘People First’, algo que puede sonar extraño o quizás utópico, y que consiste en poner en el centro a las personas, ayudarles a que brillen y ofrezcan su mejor versión, creando en- tornos colaborativos en el que la suma de todos conduce a mejores resultados.
Hemos recalcado la importancia del apoyo del comité de dirección y de los principales accionistas así como de los líderes de cada departamento, este trabajo tiene que ser continuo y estar en constante revisión con un apoyo de primera mano del CEO de la compañía y un equipo de People and Culture totalmente involucrado en la misión y valores para realizar todas las acciones necesarias.
Por último, y una vez generada y comparti- da por el equipo la cultura de empresa que nos convierte en una organización más saludable, es fundamental procedimentar de manera específica y detallada las acciones que conducen al mantenimiento y fortalecimiento de dicha cultura. Esta fase implicará a todas las áreas de la organización y debe ser coordinada por People, y el resultado será lo que formalmente constituirá la Política de Empresa. Este documento incluirá desde el propósito de la organización, hasta actuaciones concretas y puntuales que se realicen en el día a día, y debería ser compartido por todas las nuevas incorporaciones. Sin duda constituye una garantía para que una organización saludable pueda perdurar en el tiempo.
Entornos saludables para crear empresas conscientes, centradas en las personas y con unos valores y propósitos definidos son clave para desarrollar el talento de las compañías y generar un impacto real en la sociedad.